jueves, 20 de enero de 2011

TECNICAS DE FABRICACION DE HERRAMIENTAS DE LAS CULTURAS PREHISPANICAS MAYAS OLMECAS Y ZAPOTECAS


MAYAS
Otra de las culturas que alcanzaron su esplendor en el periodo Clásico fue la cultura maya. La zona maya estaba dividida en muchas ciudades-Estado las cuales eran señoríos. Los mayas habitaron una extensa zona, que reúne climas diversos, formada por los actuales estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán Y Quintana Roo, así como los países centroamericanos de Belice, Guatemala, El Salvador y Honduras. Construyeron ciudades y centros ceremoniales en varios lugares entre los que destacan: Palenque, Yaxchilán, Edzná, Labná, Sayil, Kabah, Cobá, Dzibilchaltún, Toniná, Mayapán, Chichén Itzá, Tulum, Uxmal, Tikal y Bonampak.

Algunos pueblos mayas vivían en la selva, pero otros vivieron en zonas secas donde el agua se obtenía de unos pozos naturales llamados cenotes. Al igual que los demás pueblos mesoamericanos, el pueblo maya era agricultor; su principal cultivo fue el maíz, el cual era tan importante que estaba relacionado con sus creencias religiosas, pues pensaban que los dioses habían hecho a los hombres con masa (Ver pp.16-17 del libro de Historia de 4º de primaria). Además, sembraron tubérculos como la yuca, el camote, la malanga y la jícama; cultivos como frijol, calabaza, chile, chayote, tomate, cacao, algodón, henequén y tabaco. 
El auge maya se localiza entre el año 200 y el 800 de nuestra era y un fenómeno semejante al de Teotihuacan hizo que las ciudades del área fueran abandonadas. Los mayas lograron una innovación arquitectónica importante con el uso de la bóveda falsa. Las casas se ubicaban alrededor del centro ceremonial. Sus templos, observatorios, juegos de pelota y demás edificios estaban distribuidos sobre plazas y patios de piedra ornamentados en estuco. Sus bajorrelieves y estelas se encuentran entre las muestras de arte más bellas. La pintura mural, sobre todo en Bonampak, revela sus costumbres. La sociedad estaba dividida e grupos sociales. En la iconografía destaca la distinción entre los personajes ricamente vestidos y los humildes en actitud de sumisión.
La cacería en Yucatán existe desde hace muchisimo tiempo y ha sido parte importante en la integración de la dieta de los mayas, siendo posible esto debido a la diversidad de fauna de la región.
Entre las principales presas que se consiguen hoy día estan el venado (a pesar de la veda) el conejo silvestre, que dicho sea de paso en algunos lugares lo tienen casi como plaga, el armadillo, el tepezcuintle o jalep, el tzú, el zereque, el jabalí, el pisot, el pavo de monte, la chachalaca, las palomas y las codornices, loros, en menor medida aún es posible de vez en cuando cazar un faisán o un kambul; y esas son las principales presas comestibles aunque hay otras y además tenemos las especies que se cazan por ornato como el tigrillo, el ocelote, el jaguar, el pavo real (que tambien puede ser comestible) entre otros.
Hoy en día zonas del interior del estado, comunidades apartadas, rancherias y villas son sitios en los cuales es común encontrar gente del campo que como actividad extra practican la cacería a fin de ayudarse con el sustento familiar, aunque tambien hay personas que se dedican a la cacería de tipo deportivo, mas que nada por el placer de la caza. Lo importante en ambos casos es evaluar las condiciones de cada uno, ya que en ocasiones uno o ambos tipos de cazadores matan especies protegidas y en peligro de extinción, y aun cúando ambos casos sean inadecuados creo es más grave esta situación cuando las condiciones del cazador son optimas y la cacería es deportiva, pero eso ya es otro rollo que abordaremos mas tarde. Las presas mas comunes son jabali, tepezcuetle y conejo, seguido de venado y pavo de monte, y despues de eso las palomas y codornices, esto tambien esta en función de costo de municiones y recompensa obtenida por cartucho, dado que cuesta lo mismo una cartucho con munición para venado que con munición para palomas es obvio que la mayoría de los campesinos y gente que busca sustento optará por las presas de mayor tamaño.

OLMECAS

La cultura olmeca es el nombre que recibe una
ultura que se desarrolló en Mesoamérica durante el Preclásico Medio. Aunque se han encontrado indicios de su presencia en amplias zonas de esta área cultural, se considera que el área nuclear olmeca —o zona metropolitana— abarca la parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. Se desconoce a ciencia cierta la filiación étnica —esto es, quiénes son los descendientes de este pueblo—, aunque hay numerosas hipótesis que han intentado resolver la incógnita de la identidad de los olmecas. En ese sentido, es necesario hacer la aclaración de que el etnónimo olmeca les fue impuesto por los arqueólogos del siglo XX, y no deben ser confundidos con los olmeca-xicalancas, que fueron un grupo que floreció en el Epiclásico en sitios del centro de México como Cacaxtla.
Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización mesoamericana.[1] Sin embargo, no está claro el proceso que dio origen al estilo artístico identificado con esta sociedad, ni hasta qué punto los rasgos culturales que se revelan en la evidencia arqueológica son creación de los olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo, que algunos de los rasgos propiamente olmecas pudieron haber aparecido primero en Chiapas o en los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras incógnitas que están pendientes de respuesta definitiva está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta cultura en la Depresión del Balsas (centro de Guerrero). Sea cual haya sido el origen de la cultura olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica contribuyó a la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca, incluidos el culto a las montañas y las cuevas, el culto a la Serpiente Emplumada como deidad asociada a la agricultura, la simbología religiosa del jade e incluso el propio estilo artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los principales centros de esta sociedad.
Ya que la cultura olmeca fue la primera civilización en Mesoamérica, se afirma o se especula que muchos logros mesoamericanos tuvieron lugar por primera vez en el seno de su cultura. Entre otras cosas, se acredita a los olmecas el desarrollo del calendario, la escritura y la epigrafía.
Se cree que los olmecas fueron los primeros en desarrollar una escritura jeroglífica para su lenguaje, en 2002 se descubrió un caso que data de 650 a. C.,[4] y en 2007 otro de 900 a. C.,[5] lo cual supera en antigüedad a la escritura zapoteca, y convierte a la escritura olmeca en la más antigua del hemisferio occidental. Se han encontrado ciertas representaciones en algunas estelas que podrían ser petroglifos, y según algunos historiadores cuenta la vida de un gobernante, pero todavía no tiene la unanimidad de la comunidad internacional.
Su religión desarrolló todos los temas importantes encontrados en los cultos posteriores. Tenían una religión politeísta, gran número de sus dioses eran relacionados con la agricultura y otros elementos como el sol, el agua, los volcanes, etc.
El centro de su religión es el culto al jaguar, y aparece representado en la iconografía olmeca. Se le representaba con la característica boca olmeca, de forma trapezoidal, con las comisuras hacia abajo y el labio superior muy engrosado. En muchos casos con colmillos muy pronunciados, adornos supraciliares y el cráneo hendido. Siempre aparece representado de la misma manera. No se sabe qué tipo de dios pudo ser. Se cree que pudo ser el origen del dios de la lluvia, que se desarrollará posteriormente en muchos puntos de Mesoamérica.
Hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, [[bufonidae|sapos] b], reptiles, todos animales de la zona. Normalmente, aparecen mezclados entre ellos, cabezas de unos y cuerpos de otros, creando seres mitológicos. En ocasiones para sus representaciones religiosas tienden a la abstracción, con lo cual no se sabe exactamente qué pudo significar.
Se cree que pudo ser una religión dinástica, sus dioses estarían relacionados directamente con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales, gobernantes con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades.

ZAPOTECAS
La cultura zapoteca es la expresión precolombina del pueblo zapoteco, que históricamente ha ocupado el sur de Oaxaca (la parte sur de Puebla) y el istmo de Tehuantepec (México). En la época precolombina, los zapotecas fueron una de las civilizaciones más importantes de Mesoamérica. El nombre zapoteca es de origen náhuatl, y quiere decir "el pueblo del zapote", aunque ellos se denominaban a sí mismos binni záa o be'neza que significa "gente que viene de las nubes"[1]
Poco se sabe sobre el origen de los zapotecas. A diferencia de la mayoría de los indígenas de Mesoamérica, no tenían ninguna tradición o leyenda sobre su migración, sino que ellos creían que nacieron directamente de las nubes, tal y como si fueran hijos legítimos de los dioses. De ahí el nombre que ellos mismos se atribuían: be´neza (gente nube).
Evidencia arqueológica indica que su cultura data desde hace 2500 años atrás. Aproximadamente entre los siglos XV y IV a. C., tuvo lugar el primer desarrollo urbano importante de la cultura zapoteca, con centro en San José Mogote. Hacia el año 800a durante el horizonte Preclásico, los zapotecos se establecieron en los valles centrales del actual estado de Oaxaca. Así, mientras Teotihuacan florecía en el centro de México y las ciudades mayas en el sureste, Monte Albán, centro ceremonial construido en lo alto de un cerro, era la ciudad más importante de la región oaxaqueña.
Los primeros zapotecas eran sedentarios, vivían en asentamientos agrícolas, adoraban un panteón de dioses encabezados por el dios de la lluvia, Cocijo -representado por un símbolo de la fertilidad que combinaba los símbolos de la tierra-jaguar y del cielo-serpiente, símbolos comunes en las culturas mesoamericanas. Una jerarquía de sacerdotes regulaba los ritos religiosos, que a veces incluyeron sacrificios humanos. Los zapotecas adoraban a sus antepasados y, creyendo en un mundo paradisíaco, desarrollaron el culto a los muertos. Ellos tenían un gran centro religioso en Mitla y una magnífica ciudad en Monte Albán, donde prosperó una civilización altamente desarrollada, posiblemente hace más de 2000 años. En el arte, la arquitectura, la escritura (jeroglíficos), las matemáticas, y la astrología (calendarios), los zapotecas parecen haber tenido afinidades culturales con los olmecas, los antiguos mayas, y más adelante con los Toltecas.  Ellos dejaron evidencias arqueológicas en la antigua ciudad de Monte Albán; en forma de edificios, estadios para el juego de pelota, de tumbas magníficas y de valiosas mercancías, incluyendo la orfebrería. Monte Albán era la ciudad principal del hemisferio occidental y el centro de un estado zapoteca que dominó una gran parte de lo que ahora conocemos como el estado actual de Oaxaca.
Los zapotecas desarrollaron una agricultura muy variada. Ellos cultivaron varias especies de chile, frijoles, calabaza, cacao y, el más importante de todos: el maíz que a principios del periodo clásico daba sustento a numerosas aldeas. Para tener buenas cosechas rendían culto al sol, la lluvia, la tierra y el maíz.
Las mujeres y hombres del pueblo, que vivían en las aldeas, estaban obligados a entregar como tributo: maíz, guajolotes, miel y frijol. Además de agricultores los zapotecos destacaron como tejedores y alfareros. Son famosas las urnas funerarias zapotecas que eran vasijas de barro que se colocaban en las tumbas. Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel cultural y fueron, junto con los mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un sistema completo de escritura. Por medio de jeroglíficos y otros símbolos grabados en piedra o pintados en los edificios y tumbas, combinan la representación de ideas y sonidos.
Las grandes ciudades que construyeron los pueblos agrícolas de Mesoamérica, crecieron y estuvieron habitadas durante varios siglos. Sin embargo, entre los años 700 y 800 d. C., casi todas ellas fueron abandonadas. Primero en Teotihuacan, después en la zona maya y luego en Monte Albán. A pesar de eso, florecieron nuevos centros ceremoniales como Cacaxtla y El Tajín. Durante este periodo también subsistieron señoríos avanzados en el Altiplano, como los de Cholula y Xochicalco; y en los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro, se desarrollaron las culturas de Occidente.La mayor parte del tiempo, se dedicaban a la agricultura, que en ese tiempo era su única actividad.


 
 

viernes, 3 de diciembre de 2010

PROBLEMAS AL DESARROLLO INDUSTRIAL
La liberalización comercial, la desregulación de la actividad económica, la privatización de activos productivos del sector público, así como también un manejo mucho más cuidadoso de los grandes agregados macroeconómicos, están induciendo profundos cambios en el comportamiento de las economías de América Latina. En ellas se está difundiendo gradualmente un "clima" competitivo más intenso a medida que las empresas, los mercados y las instituciones se van adaptando a un nuevo escenario micro y macroeconómico. Las firmas industriales han comenzado a reaccionar en forma progresiva ante estos cambios en su escenario operacional. Los empresarios empiezan a dejar de lado 'viejas' formas de organización de la producción ?que involucraban, por ejemplo, extensos inventarios de partes y piezas o un alto grado de integración vertical? a medida que aprenden a utilizar y adaptan a sus propias necesidades y circunstancias los principios organizacionales de la fabricación flexible (flexible manufacturing system), los métodos de producción y demanda sincronizadas (just-in-time) y control total de calidad (zero- defect manufacturing).
Los colegios particulares promovidos por la Iglesia volvieron a aparecer y aumentaron, pues a pesar de que no se derogaron las leyes que habían ocasionado el conflicto religioso de los años veinte, tanto el gobierno federal como el estatal fueron adoptando desde los años cuarenta una actitud de reconciliación con la Iglesia católica. En el Estado de México tuvo un significado especial, pues la capital se elevó al rango de sede de nueva diócesis el 4 de junio de 1950, y su primer obispo, Arturo Vélez, era pariente de los gobernadores de Atlacomulco.

BLOQUE #3

Inovacion técnica y desarrollo sustentable
TEMA: Técnica y desarrollo sustentable
SUBTEMA: Una visión de la tecnología: esenarios deseables

miércoles, 24 de noviembre de 2010




conseptos

CONSEPTOS
Un concepto es una unidad cognitiva de significado, un contenido mental que a veces se define como una "unidad de conocimiento".
Los conceptos son construcciones o imágenes mentales, por medio de las cuales comprendemos las experiencias que emergen de la interacción con nuestro entorno. Estas construcciones surgen por medio de la integración en clases o categorías que agrupan nuestros conocimientos y experiencias nuevas con los conocimientos y experiencias almacenados en la memoria.
Formación de los conceptos
La formación del concepto está estrechamente ligada a un contexto de experiencia de la propia realidad; de experiencia individual, cultural, social, etc. siendo de especial importancia la referencia al lenguaje sobre todo referido a la propia lengua, pues mediante ella el conocimiento tiene la posibilidad de adquirir una expresión como habla y, por tanto, comunicable; lo que le da al conocimiento una dimensión pública, sociológica y cultural.
Por ser la experiencia algo concreto con respecto a un individuo y, por tanto, subjetiva, única e irrepetible, todos los elementos incorporados a la memoria, tanto de experiencias personales como de cultura, sociedad, y sobre todo de la lengua propia, son elementos interpretadores de la experiencia concreta e influyen de manera decisiva en el proceso de conceptualización.[1]
Las cosas únicas e irrepetibles no se pueden conceptualizar desde premisas, usando la capacidad de la mente de inferirlos. En este caso, el cerebro ha de recurrir a las sensaciones derivadas de los cinco sentidos principales y asignar una etiqueta[2] para poder aludir de forma inequívoca a la combinación exacta de sensaciones que nos despertaron la curiosidad de conceptualizar algo en concreto.
Concepto y lenguaje
Lo que se conoce como cosa individual se designa con un nombre propio, no mediante conceptos. El niño que no sabe aún hablar pero sí sabe lo que quiere, señala con el dedito "indicando", "designando" el objeto de su querer o apetencia.[3]
El concepto surge de la necesidad de generalizar, o clasificar los individuos y las propiedades de los casos concretos conocidos en la experiencia agrupando las cosas o los aspectos y cualidades comunes por sus semejanzas y diferencias.[4]
El concepto así formado constituye el significado de diversas formas lógicas y gramaticales y enunciados del habla de una lengua y, de esta forma, se aplica o designa a los diversos objetos, hechos, procesos y situaciones del mundo que vivimos.
Las relaciones entre las palabras y los conceptos son complejas y variables. No siempre las mismas palabras tienen la misma referencia para el sujeto que las usa o las escucha, pues las experiencias subjetivas que dicha palabra representa para cada individuo pueden ser bastante diferentes. Al mismo tiempo un mismo concepto, dentro de cierto ámbito de representación común, puede expresarse de formas lingüísticas muy diferentes.
Por ello no existe "un mismo concepto" sino una tendencia a lo mismo.[5] Tal vez en los conceptos que designan cosas materiales (o muy formales) no se note demasiado esto, pero en proposiciones expresivas o con referencia a experiencias muy concretas cobra más sentido.
  • El concepto de amor que alguien pueda tener está muy relacionado con acontecimientos de amor propios de esa persona en cuestión. Pero estos acontecimientos devienen y el concepto de amor fluctúa.
  • Lo que para los europeos es simplemente "nieve", para los esquimales está representado por una serie de palabras que designan cosas diferentes porque representan para ellos conocimientos y experiencias diferentes.
La relación lenguaje-concepto debe entenderse más bien como una multiplicidad de expresiones que tienden a un concepto-difuso, el cual a su vez se desplaza en el devenir de los acontecimientos.